martes, 18 de febrero de 2020

Los maestros y el desarrollo sostenible: un ejemplo local con mirada global. Por Julio Alexander Parra Maldonado @ProfeMerida #MeridaEducativa #DesarrolloSostenible

Por Julio Alexander Parra Maldonado @jalexp1  


El desarrollo sostenible representa la satisfacción de las necesidades de la población actual, garantizando recursos de vida para las generaciones futuras. No se puede asimilar este concepto sin definir el papel fundamental de la escuela en el logro de los objetivos de ese desarrollo que equilibre el cuidado ambiental, el aprovechamiento económico y la acción social de la actividad humana en el planeta Tierra.


La agenda 2030 representa el plan político de los sectores mundiales que se acogen al desarrollo sostenible como principio de acción para garantizar un futuro posible a nuestros hijos y nietos. Donde tengan agua potable, tierras agrícolas, recursos forestales y marinos, vida silvestre, reservas genéticas, organización social justa y responsable, en un planeta saludable.


La escuela se mantiene como conductora del proceso formativo básico en toda sociedad contemporánea, pese al cuestionamiento de sus resultados. Debe tenerlo claro para que sus estudiantes asuman su rol de ciudadanos activos en el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS. Y deben lograrlo los responsables de la escuela: sus maestras y maestros. De hecho, el cuarto ODS es “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Aquí hay un rol fundamental para los educadores.


Así, esta educación puede dar a la población local las herramientas necesarias para desarrollar soluciones innovadoras a los problemas más grandes del mundo. Se requiere entonces profesores capacitados y escuelas con calidad en su infraestructura al igual que en sus criterios formativos. Tenemos que invertir en becas, formación y actualización docente, escuelas con acceso al agua y electricidad, particularmente para poblaciones vulnerables geográfica y socialmente.


Los docentes deben ser personal calificado, consciente y con condiciones dignas de vida para el cumplimiento de su misión educativa. Este debe ser el marco de una educación que responda a las urgencias y tendencias educativas actuales: estilos de vida sostenibles, derechos humanos, igualdad de género, promoción de una cultura de paz y no violencia, ciudadanía mundial, inteligencia financiera, emprendimientos económicos y valoración de la diversidad cultural.


Desde lo local, también debe haber acciones apuntando a esta realidad educativa planetaria. Escuelas con educadores emprendedores y actuar sostenible. No se enseña lo que no se sabe.


Recientemente en Mérida se realizó el 1° Congreso Educativo de Niveles y Modalidades, que incluyó entre sus 12 ponencias centrales, la de “Educación para el Desarrollo Sostenible”, “Ruta conceptual del manejo integral y sostenible de los residuos y desechos” y la de “Educación, cultura y ciudadanía”, que abordaron la sostenibilidad directamente; aunque todas incluían esta mirada educativa integral en su marco referencial, a la educación de calidad y al desarrollo sostenible como eje transversal.


Vale la pena resaltar la participación de 1.100 maestros en dos jornadas organizadas por la gobernación del estado, acompañado por universidades y organizaciones de la sociedad civil. Inmerso todo en la diatriba política de la Venezuela actual.


Entre las conclusiones de este congreso está la realización del curso Educación para el Desarrollo Sostenible, para la formación de maestros junto a docentes universitarios para la aplicación de proyectos de aprendizaje en escuelas sostenibles. Integración Gobierno–Universidad.


Y otro resultado es la aplicación del Programa Ambiental de Aprovechamiento de Residuos y Desechos Escolares, con un plan piloto que inicia en el mes de noviembre en 10 escuelas, en coordinación de organismos oficiales regionales, organizaciones de la sociedad civil y empresa privada. Estos tres sectores integrándose con criterios previstos en los ODS. Ejemplo de lo que seguramente se realiza en otras regiones del mundo, concreción de la agenda 2030. Hay esperanza.

@ProfeMerida 






Recirculado con fines informativos desde: https://www.elnacional.com/opinion/los-maestros-y-el-desarrollo-sostenible-un-ejemplo-local-con-mirada-global/ 


miércoles, 25 de septiembre de 2019

Formación ciudadana para el desarrollo sostenible. Por Julio Alexander Parra Maldonado #OpiniónEN

“Una cosa es creer en que la historia marcha en la línea de un progreso indefinido, bien otra actuar con voluntad de progreso o, lo que es idéntico, con intención progresista”. 
Adela Cortina, La ética de la sociedad Civil. 

La educación sigue siendo uno de los espacios para la reproducción de cada sociedad, a la vez que la posibilidad de transformación de las mismas. Por más de 200 años, entre las ideas de ciencia, progreso, igualdad, justicia, libertad, desarrollo, comunidad e individualismo; se ha hecho presente la idea de ciudadanía. Y aunque no hay una definición universalmente aceptada destaco las concepciones legalista, política y social de la cualidad de ciudadano.

Este ciudadano contemporáneo es base del Estado Nacional, hacedor de las comunidades y destinatario de los esfuerzos de los grupos democráticos en el poder; es llamado a marcar un camino a ser transitado en un futuro global con mayor desarrollo tecnológico y la economía cambiante, tras la aparición de Internet y la formulación de nuevas expresiones organizativas (o más bien grupos de opinión), incluyendo el ecologismo, entre otros grupos de ciudadanos.

Pero no hay una opinión ciudadana común, ni única, para orientar la educación apropiada para el momento actual. Debemos buscar aspectos comunes y necesarios para la formulación de políticas educativas que respondan a estas tendencias, con intención progresista, cuidando los acuerdos políticos de la sociedad mundial. Atender a la Agenda 2030 de Naciones Unidas.

Hay una tendencia necesaria ¿acordada? como es el ambiente: el uso ¿racional? de sus limitados recursos, respeto a las diversas formas de vida, debate ético sobre la primacía de la especie humana, aceptación política del cambio climático, reconocimiento sociocultural de normas mínimas de convivencia (Cultura de Paz y Derechos Humanos). En fin, mostrar la necesidad de un acuerdo educativo mayor, que accione para un desarrollo sostenible.

En este marco, surgen estas propuestas básicas para desarrollar en cualquier instancia educativa, partiendo desde la escuela, para su currículo, planes, programas y proyectos de formación de ciudadanos con criterios ambientales:

1. Concepción global e integradora en la sociedad planetaria. Vivimos en un barco amenazado (Planeta Tierra) en el cual no es posible salvar a unos y abandonar a otros al momento de que se hunda esta nave. Nadie escapa a esa realidad.

2. Aprender haciendo, conocer viviendo. Donde cada vez que planteemos un aprendizaje, sea posible hacerlo, tocarlo, moldearlo, vivirlo. Programas y proyectos prácticos con procesos diarios en la escuela. A sembrar solo se puede aprender sembrando, y por supuesto llegando a la cosecha.

3. Docentes con experiencia, maestros que hayan hecho. Que quien enseñe, lo haya hecho; que pueda mostrar desde la experiencia la manera de aplicar el contenido temático, inclusive el ambientalista. Que desde sus logros enseñe como hacerlo, o desde los errores que no se debe hacer. Quien enseña sobre árboles, debe haber plantado y hecho crecer árboles.

4. La regla de las tres R. Reducir gastos, consumo o daños. Reutilizar o reusar equipos, productos, insumos y energía. Reciclar los residuos y desechos de los procesos escolares. Y otras R que podamos añadir como reparación, recuperación, rescate, respeto, recrear la escuela. Los recursos disponibles siempre serán limitados.

5. Ética para la vida. Principios, valores, acuerdos y normas para la convivencia en la escuela. Desaprender y aprender: educación cívica, educa acción ambiental, gestión de las emociones y productividad de las organizaciones. Para buscar el difícil equilibrio entre lo social, lo económico y lo ambiental.

Estas consideraciones no son exclusivas, ni determinantes. Son un marco general de actuación que permite establecer alternativas progresistas para una escuela que responda a una mirada globalizada, con acción ambientalista local.

[i] Educador. @jalexp1


Recirculado con fines informativos, desde:  https://www.elnacional.com/opinion/formacion-ciudadana-para-el-desarrollo-sostenible/

martes, 18 de diciembre de 2018