viernes, 10 de septiembre de 2021

Foro Impactos del daño ambiental en los espacios de vida, caso Mérida. +AUDIOS @GeografiaViva


Audios del Foro chat Impactos del daño ambiental en los espacios de vida, caso Mérida. 

Realizado por la Federación Venezolana de Maestros FVM y la Fundación para el Desarrollo Integral del Docente FUDEIND, el miércoles 01 de septiembre de 2021; Con la participación de Julio Alexander Parra de Geografía Viva.

Referido principalmente a los sucesos socio ambientales ocasionados en el Valle del Mocotíes y otras regiones del estado Mérida, como resultado de fuertes lluvias y deslaves, durante agosto de 2021.



“Debido a un terremoto, en la mitad de Valle del Mocotíes, voló la mitad de un valentísimo cerro, como si fuera de pluma, y quedó plantado en la mitad del valle. En el asiento donde se ubicó el cerro se acumuló una corriente de agua que formó una laguna. Desde ese día 3 de febrero, hasta el día de San Juan del mismo año, la laguna fue creciendo hasta que el embalse del cerro se rompió por un lado, saliendo el agua tan impetuosamente que no dio tiempo de salvar las personas y los bienes que estaban valle abajo. Murieron allí más de 60 personas, entre españoles e indios, que es una gran cantidad considerando las pocas que habitaban esas tierras cuando ocurrió la inundación. Se perdieron además cerca de 500 cabezas de ganado e ingentes plantaciones de maíz y tabaco.” 
Crónica de Fray Pedro Simón. 

De este relato sobre hechos ocurridos en 1610, tras un terremoto que afectó la región del Valle del Mocotíes; voy a resaltar dos hechos: 

Primer hecho. Este valle es proclive a que sus cuerpos de agua le inunden y generen arrastres de material rocoso y vegetal con mucha fuerza. 

Segundo hecho. Tenemos noticias y recuentos desde hace 400 años de que estos deslaves, crecidas y vaguadas ocurren periódicamente, con consecuencias desastrosas para sus habitantes. 

Han ocurrido, ocurren y lamentablemente volverán a ocurrir en el futuro.

Bienvenidos a esta conversación sobre los impactos del daño ambiental en los espacios de vida, caso Mérida. 

Yo soy Julio Alexander Parra Maldonado, y hoy estoy aquí para despertar en ustedes algunas ideas sobre los trágicos sucesos que acaban de ocurrir en el valle del Mocotíes y zonas contiguas del estado Mérida, como los Pueblos del Sur. 

Conversaremos sobre sus antecedentes, causas y, sobre todo, tomar conciencia de lo que podemos hacer para prevenir sus consecuencias dañinas sobre la vida y espacios vitales de sus habitantes. 

Desde hace 30 años transito por el camino de la educación, formal y no formal. Estoy dedicado a conocer mi entorno, comprender la sociedad, compartiendo los aprendizajes que voy teniendo de estas experiencias. Soy educador, promotor de proyectos de desarrollo social en comunidades andinas, con organizaciones educativas y ambientalistas. 

Mi agradecimiento a los profesionales e instituciones que organizan esta actividad tan importante, por lo amplio y dilecto del público destinatario. Ser maestro es un compromiso grandioso, y debe ser reconocido por todos los sectores de un país. Ser maestro significa conducir el país al futuro, siendo responsable de formar esos ciudadanos del mañana que cambiaran, para bien o para mal, la sociedad en la que vivimos. Felicitaciones a todos los docentes, profesores y educadores presentes por su labor tan encomiable, sacrificada y necesaria de cara a una mejor Venezuela. Así como sean las escuelas y liceos hoy, así será el país mañana. 

Vamos entonces a entrar de lleno al barro que nos toca hoy limpiar. 






martes, 29 de diciembre de 2020

10 claves para educar en anticorrupción. Por Julio Alexander Parra Maldonado @ProfeMerida

Por Julio Alexander Parra Maldonado

 @ProfeMerida


Aprender es un proceso complejo que viven todos los seres humanos desde su nacimiento.

Educar es un proceso sistemático que permite la reproducción cultural de la sociedad, al mismo tiempo que tiene en sí mismo la posibilidad de generar cambios para orientar esa misma sociedad. Educar implica dar y recibir.

En la escuela debemos tener conciencia de que hay que enseñar para la anti corrupción. Orientar nuevos aprendizajes que fomenten actitudes para la honestidad, verdad, reconocimiento de méritos, justicia, responsabilidad, respeto, igualdad de oportunidades, ética.

Los maestros y profesores son los primeros llamados a formarse (nadie está formado de forma natural) para adelantar la lucha anti corrupción. Los niños y adolescentes aprenderán anti corrupción si permeamos sus procesos de aprendizaje: cognitivos, lúdicos, pedagógicos, societales, vivenciales.

Y ahí toca revisar y orientar sus juegos, imágenes, ejemplos, prácticas, organización, objetivos, contenidos, canciones, material de estudio, todo el currículo escolar. Hacer que no queden mensajes que puedan favorecer la corrupción. Y más importante, que haya mensajes hacia la anti corrupción. Rechazo rotundo a todo acto de corrupción.

A cada edad, según su desarrollo biopsicosocial, se debe incorporar actividades sobre la acción anti corrupción. Con historias y ejemplos de su contexto cultural y social. Podemos enseñar con criterios éticos la anti corrupción. Que el deber ser se reconozca y valore como una actitud positiva, en todos los niveles educativos, en cada espacio de la escuela, liceo y hasta la universidad.

Debemos cambiar ideas establecidas. Por ejemplo: cuando nos dicen “el fin justifica los medios”. Podemos empezar a enseñar: El fin está determinado por los medios. Nada justifica medios corruptos e ilegales, mucho menos injustos.

¿Cómo educar para la anti corrupción?

1.     Visibilizando los casos de posible corrupción. No callar ante hechos dolosos en nuestro entorno, hablando y aprendiendo de cada experiencia, con los estudiantes de acuerdo a su desarrollo y edad. Al margen del curso que siga la averiguación y castigo del hecho en los órganos competentes.

2.     Participando en la actividad escolar. Asumir responsabilidades. Respetando la norma, dialogando para resolver conflictos, logrando acuerdos para emprender proyectos. Conversar y decidir, escuchar a todos; especialmente quienes más le cuesta hablar.

3.     Rindiendo cuentas de cada recurso material, responsabilidad o proyecto que se asuma e implique gestión en la escuela. Mostrar transparencia, enseñar con el ejemplo. Cuanto se recibió, en que se utilizó, que se logró.

4.     Formándonos para la anti corrupción, personal e institucionalmente. Denunciando y apoyando la denuncia de otros.

5.     Manejando cada espacio escolar responsablemente con la participación de los estudiantes: uso, cuidado, limpieza, reparación, beneficio. Valorando la responsabilidad por el buen trato de los bienes escolares.

6.     Seleccionando a los estudiantes y al personal docente para las actividades de la escuela por sus méritos, habilidades, capacidades y logros. Nunca por favoritismo, nexos familiares o amistad. Diferenciar siempre la relación familiar o de amistad, de la labor institucional profesional.

7.     Apoyando a la familia del estudiante para cultivar valores de respeto, honestidad, solidaridad y amor fraterno con acciones desde la escuela: formación, recreación, cultura, sociales, etc. Siempre en el marco de valores éticos.

8.     Resaltando los ejemplos positivos en los contenidos y experiencias de clase. Exaltar biografías de personas y profesionales honestos, éticos y trabajadores. Rescatar aspectos de aprendizaje de experiencias traumáticas, dolorosas o aparentemente negativas.

9.     Premiando la honestidad académica de los estudiantes, y castigando la trampa o fraude académico. El fraude académico es copia, plagio, flojera, irresponsabilidad, etc.

10.   Valorando la ética, el trabajo, el esfuerzo, la dedicación y la honestidad como valores superiores en la actuación escolar. Rechazando las acciones que conlleven faltas, engaños, fraude, mentiras, ventajismos, trampa, robos, injusticias.

Es un largo camino el que hay que recorrer para acabar con la corrupción, pero al estar dispuestos a recorrerlo, lo primero que debemos hacer es accionar. Comencemos a aplicar estas 10 tareas en nuestro salón y en nuestra escuela.

Nadie va venir a resolver mis problemas, si yo no acepto que los tengo y comienzo a cambiar la situación. Esto solo se logra con acción. El mundo cambia, si tu cambias.

Lo que sucede en las escuelas es un adelanto del futuro del país. Dedicamos esfuerzos a mejorar las escuelas y su labor educativa, o estaremos condenados al sufrimiento de nuestra inacción.

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Publicado originalmente en: 

https://comunicacioncontinua.com/10-claves-para-educar-en-anticorrupcion/

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Mesura: Una medida clave para nuestra supervivencia. Por Julio Alexander Parra Maldonado @jalexp1

 Por Julio Alexander Parra Maldonado @jalexp1

“Templanza sin tedio, austeridad sin miseria”

Hoy vivimos tiempos interesantes. La especie humana, actual humanidad en aprendizaje, tiene los mayores conocimientos científicos y posibilidades tecnológicas para desarrollar el mundo que quiera. Y una de nuestras cualidades es que tenemos libertad de elegir y tener conciencia de que somos responsables de nuestros resultados.

Expertos señalan que la pandemia del COVID-19, originada por el SARS-CoV-2, tiene que ver con la respuesta natural o biológica del sistema ecológico planetario ante esas capacidades humanas de imponerse por sobre el resto de especies y en todos los hábitats del mundo. Quizás exageren, quizás no. Lo cierto es que la realidad nos dio una cachetada y nos frenó, al menos por un rato.



Sin embargo, hoy no voy a hablar de ese aspecto ecológico. Más bien voy a llamar la atención sobre un criterio bastante antiguo que nos ubica en tierra y ha permitido pensar, pero sobre todo actuar con auto limitación, equilibrio, sin excesos, evitando extremos, aceptación de diferencias, respeto, moderación de apetitos, sujetando los deseos a la razón, congruencia y responsabilidad. Una lista de valores anhelados en sociedades que aspiren a seguir creciendo, viviendo, o más bien súper viviendo. Es decir, si queremos ir más allá en el tiempo.

Así como han sido necesarios pioneros, adelantados e iniciadores que nos lleven a nuevas etapas de desarrollo, hoy es valioso poder avanzar (si avanzar) con mesura. Esto implica asumir el costo de nuestra actuación. El actuar trae consecuencias, y por ello debemos pagar el precio de lo que hagamos.

En lo personal, pero también en lo colectivo, hay que tener el genio para actuar con firmeza y ganas para acercarnos a los resultados que queramos. Poner el esfuerzo y foco mayor en un desarrollo sostenible y una cultura de paz nos acerca a un nivel más efectivo para las capacidades de la civilización. Estar a tono para dar lo mejor posible, y un poco más. Esa es la templanza sin tedio.

Y para recorrer responsablemente el camino para alcanzar nuestras metas, tenemos que actuar con medida de los recursos disponibles, respetando el camino de otros, aceptando el ajuste de tiempo en nuestros plazos, con menos ostentaciones, algunos criterios más sencillos, en fin, atendiendo a la necesidad de otros para acercar en posibilidades esos sueños que estamos siguiendo. La mesura también es austeridad: la dureza de la vida también nos da enseñanzas y mejora la calidad de los resultados. Pero atención, austeridad sin miseria. No pobreza, no egoísmo.

¿Estás conforme con el mundo que ves?

¿Quieres cambiarlo?

¿Estás dispuesto a dar tu aporte para transformarlo?

Hoy es necesario salir de nuestra zona de confort. La realidad cambió. Lo que hay hoy es la nueva normalidad. Ante ello templanza y austeridad.

Y esta crisis, es la posibilidad de cambiar la sociedad, de cambiar tu centro de estudio o trabajo, mejorar tus relaciones comunitarias y familiares, pero sobre todo puedes cambiar tu realidad personal. Y esto último solo depende de ti. Los actuales valores sociales pueden o no supervivir. Pero tú no tienes otra alternativa a hacer para supervivir.

Y hoy para cambiar, para tener una mejor sociedad, un país próspero, arreglar nuestra comunidad, mejorar las condiciones familiares, pero sobre todo ser una mejor persona; debemos activarnos y empezar a hacerlo con criterios sostenibles, incorporando tecnología apropiada y buenas prácticas, esforzándonos, eligiendo la libertad, responsabilizándonos de nuestra vida y aportando valor a la vida de quienes nos rodean.  

Debemos ser y hacer para poder tener. Y la mesura vuelve a ser valiosa para dar sustentabilidad a la supervivencia en el nuevo mundo.

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Publicado originalmente en: 

https://www.elnacional.com/opinion/mesura-una-medida-clave-para-nuestra-supervivencia/