jueves, 19 de febrero de 2015

Calidad educativa ¿Sin docentes de calidad? #EscuelaVenezuela





Una de las funciones sociales de la educación es replicar la sociedad que lo sustenta, y por ello en cualquier nación moderna responde a una política de Estado. Es lógico suponer que se aspira un sistema educativo que forme el ciudadano que sirva al país, sus instituciones, prepare al futuro trabajador de sus empresas, para que sea responsable, respete normas, sean líderes que organicen a la sociedad el día de mañana. Mientras más clara está esa noción, más empeño se pone en la calidad del sistema educativo. 


Las naciones exitosas en reproducir su sistema social, han hecho que sus maestros sean los mejor formados y más estimulados para cumplir este rol social. Para ello se diseña un sistema de ingreso, selección y ascenso en la carrera docente que asegure que los mejores estén y dirijan las instituciones educativas. Y se aseguran que sea ventajoso estar al frente del aula y sus estudiantes. 

Así la motivación se va construyendo. Primeramente con el reconocimiento social: que sea importante ser docente. Para ello la sociedad entera respeta su trabajo, facilitando su función formadora y tomando en cuenta permanentemente su palabra, cumpliendo sus recomendaciones, advertencias y exigencias. Claro esto si se quiere dar importancia al ser docente.

En segundo lugar hay que dar condiciones laborales y socio económicas a los educadores, para que se ocupe a tiempo completo por formar bien, construir espacios de aprendizajes útiles y rehacer la sociedad. Que sea una profesión deseada, buscada y luchada para poder desempeñarla. Esto se traduce en una compensación y seguridad social que garantice una vida digna: mejor salario, acceso a buenos servicios, prioridad en políticas públicas de salud, vivienda, bienes básicos, alimentación, protección familiar; en fin que si le dicen que es importante se destine recursos para darle importancia. 

En la actual Venezuela el 60 % de los maestros en aula reciben por su trabajo menos del salario mínimo, menos de 5622,48 Bs para satisfacer sus necesidades básicas. Este el reconocimiento social para quienes a diario deben enseñar primeras letras, matemáticas, ciencias, conceptos de nación, participación y democracia, el respeto al prójimo, amor por la vida, importancia social del trabajo, principios de economía, trasmitir el ideal ciudadano. 

Y es que el otro 40 % de los educadores, con más de 15 años de servicio, estudios de postgrado, carga horaria superior a 36 horas de clases semanales, prima geográfica, bonos complementos apenas puede llegar a recibir entre 9000 y 12000 Bs. Esto con servicios médicos ineficientes, jubilaciones y pensiones deterioradas por la inflación, asignaciones a dedo de cargos directivos, incumplimiento de contrataciones colectivas. 

Esta situación da pistas porque en Venezuela no motiva ser docente, y porque afloran las deficiencias en un sistema educativo con calidad deteriorada. La calidad educativa requiere de educadores con calidad.

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