martes, 9 de octubre de 2012

15 de diciembre de 1812: Doscientos años del Manifiesto de Cartagena

Opinión y análisis - 15 de diciembre de 1812: Doscientos años del Manifiesto de Cartagena


A mediados de 1812, Simón Bolívar sale del territorio de Venezuela, como muchos otros, tras la caída de la Primera República con la Capitulación del jefe patriota Francisco de Miranda ante el realista Monteverde

Bolívar civil. Por Lisette Barbou

Pero esta derrota no disminuyó las ansias por la libertad y la independencia del joven Bolívar.  Al contrario siguió buscando apoyo para la causa patriota y estando en la ciudad de Cartagena de Indias en Nueva Granada, hoy día Colombia, escribe y difunde su primer gran documento político “Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño”, mejor conocido como el Manifiesto de Cartagena.

En Cartagena, ciudad y puerto de mucha importancia comercial y estratégico en la región Caribe, que aún se mantenía independiente del régimen español; Bolívar analiza y expone a los patriotas una serie de auto críticas a los graves errores en que se incurrió durante la breve existencia de la Primera República en Venezuela, señalando las causas de la derrota patriota ante los ejércitos realistas y sus seguidores.

Reconoce que quienes habían dirigido este proceso descuidaron las capacidades de la naciente república y que el sistema federal de gobierno que se escogió fue débil para el control de territorio y la administración del poder como nación. Señaló como causas de la derrota a la impunidad  de los delitos, hoy en día se hablaría de inseguridad; a la corrupción y mala administración de los escasos recursos de las rentas públicas; a la falta de conciencia ciudadana para cumplir las responsabilidades constitucionales y también el ejercicio desorganizado de los nuevos derechos recién establecidos; a las ambiciones personalistas de unos pocos y al espíritu de división de los grupos en el poder que sembraron desconfianza y odios entre la población en general.

Bolívar consideró que a estos asuntos políticos y administrativos se le sumaron los efectos del terrible terremoto del 26 de marzo de 1812 sufridos en el centro y occidente de Venezuela, que los realistas opuestos a la independencia y una parte del clero aprovecharon para señalar como oposición divina a la República y su dirigencia.

En el campo militar, el futuro Libertador, señaló como error el haberse opuesto a formar fuerzas armadas permanentes y profesionales, dejando la defensa de la República a voluntarios y grupos armados bajo mandos locales, que muchas veces desobedecieron el mando único nacional, que era necesario en al momento en que España envió sus ejércitos a retomar el poder en las colonias hispano americanas.

El documento concluye con un llamado a que Nueva Granada se una a la causa de Venezuela, por tratarse de naciones hermanas, y que deben marchar unidas para lograr y consolidar la independencia para todos los americanos. Cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo, se pudiese parafrasear al pedido de Bolívar.

Así con el Manifiesto de Cartagena, fechado el 15 de diciembre de 1812, publicado y distribuido en los medios de prensa neogranadinos, Bolívar logra un apoyo invaluable para la causa patriota, iniciando una nueva etapa en su vida política. Inmediatamente, reinició las operaciones militares desde el territorio colombiano para luchar por la independencia venezolana.

En 1813, junto a cientos de oficiales patriotas logran iniciar la Campaña Admirable y coordinadamente con militares en el Oriente de Venezuela reiniciar la vida republicana y el sueño de libertad que llevó a la constitución de la República de Venezuela. La actuación de estos hombres, con la comprensión y la fuerza de la movilización de las masas populares, lograron el establecimiento de la nación soberana que hoy tenemos y debemos mantener.

La República de Venezuela nació de los sacrificios de los venezolanos del siglo XIX, hace doscientos años, y hoy como siempre a los ciudadanos del siglo XXI toca dar nuestro aporte en las ciencias, el arte, la educación , la economía, el deporte, la defensa ambiental, el desarrollo social, en fin en todos los campos posibles para hacer de Venezuela un país de progreso y oportunidades para todos sus ciudadanos, contribuir al desarrollo mundial, garantizando recursos y oportunidades a hijos y nietos para la construcción permanente de la nación.

“La disipación de las rentas públicas en objetos frívolos y perjudiciales; y particularmente en sueldos de infinidad de oficinistas, secretarios, jueces, magistrados, legisladores, provinciales y federales, dio un golpe mortal a la República” Cartagena de Indias, 15 de diciembre de 1812.
 

Publicado inicialmente en Analítica.com

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